29/12/12

En vez de personas hay trofeos


Iba con pasos ligeros, con una sonrisa permanente. Sus anhelos fueron reconocimiento, gloria, éxito, entre sus pares exigentes, algo lapidarios. La amistad la concebía como un momento agradable, contar algunos problemas entre algunas copas, calles y música. Entre los suyos, los valores eran extraños y quizás ausentes. Cuando se encontró con ella, solo sonrió y no pensó en nada más que cumplir sus anhelos. Que importó lo demás, que importó a quien sobrepasar, sólo importó sumar otro punto, para demostrar en el juego, quien era más.


(No recuerdo la fecha exacta, pero debe haber sido escrito  hace más de 6 años)


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