Cuando tus ojos se encuentren con los míos, entrégate.
Entrégate como lo hacen las hojas con el viento, permíteme amarte por unas horas, por un momento, por un beso.
Ámame como nadie lo ha hecho, ámame con ganas, con sudor, con ímpetu y ternura.
Bésame cuando te mire, bésame y no permitas que la palabra obnubile el deseo.
Acércate cuando mi ego se burle del fuego, cuando la rutina domine tu día.
Acaríciame cuando mi mente se aleje, cuando mi consciencia vuele sin rumbo y hazme volver a ti.
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